B LEARNING
Aprendizaje combinado.
Se mezcla la educación virtual con las clases presenciales
El b-learning está de moda. La expresión se ha vuelto omnipresente en las principales ferias de capacitación del mundo y entre los directores de recursos humanos de las grandes multinacionales. Pero, ¿qué es exactamente el b-learning?
Definición del b-learning
La expresión (en inglés, blended learning) hace referencia a la combinación de la capacitación presencial (con profesores en un aula) con la educación online (cursos en internet o medios digitales). El b-learning es por lo tanto un sistema híbrido de aprendizaje en el que se mezclan estos dos sistemas.
La idea detrás de este método de enseñanza es distanciarse de la dicotomía entre el aula y el ordenador. Según el b-learning, no se trata de apostar por uno o por otro, sino de aprovechar los ventajas de cada una de estas modalidades. La clave está en la mezcla justa y en no dejar de lado (por antiguas inercias o por modas recientes) ninguno de estos dos métodos de enseñanza.
En español, el b-learning también es conocido como aprendizaje semipresencial, aprendizaje mixto, aprendizaje combinado o aprendizaje híbrido.
Las ventajas del b-learning
La clave del éxito de los programas de b-learning se encuentra precisamente en obtener lo mejor de los dos mundos.
Por un lado, la capacitación presencial permite a los profesores estar en contacto directo con los alumnos, facilita la interacción en el mundo físico entre los estudiantes y es una efectiva herramienta para transmitir conocimientos. Su utilización puede hacer más eficiente la organización de tareas, fomentar el trabajo en equipo y permitir una atención personalizada en función de las necesidades de cada alumno.
Por otro lado, la capacitación online otorga a los estudiantes más flexibilidad para hacer los cursos en cualquier tiempo y lugar, facilita el envío de todo tipo de documentos (texto, vídeos, diapositivas, audios, infografías…) y permite recoger una gran cantidad de información sobre el proceso de aprendizaje llevado a cabo por cada estudiante. Esta metodología, además, puede aplicarse a muchos alumnos a un bajo coste y permite actualizar los contenidos mucho más rápido.
La combinación de estos dos métodos de enseñanza (al menos si se hace bien) ha demostrado ser más eficiente que el aprendizaje presencial y aumentar la motivación e implicación de los estudiantes.
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